lunes, 22 de agosto de 2011

Hambre es impotencia. Falta de libertad


Pobreza es hambre no tener trabajo para comprar alimentos.

Pobreza es falta de techo bajo el cual resguardarse, no tener donde dormir, donde cubrirse del frio o donde poder descansar.
Pobreza es estar enfermo y no poder ser asistido por un médico, no tener el servicio justo y que por derecho deberían tener todos.
Pobreza es no poder ir a la escuela y no saber leer, no poder estudiar porque la escuela más cerca no hay como llegar y también nos privamos de este Derecho.

Muchas veces hemos oído o leído que la Argentina es uno de los países considerados más ricos de Latinoamérica y calificado uno de los países más ricos del mundo, por la diversidad climas, paisajes, biomas y ecosistemas.

Argentina es codiciada por las grandes potencias por el petróleo, agua dulce, mares, glaciares, bosques, selvas, cordillera, ríos y montañas entre otros.
El territorio argentino es uno de los mejores del mundo para cultivar y dedicarse a la ganadería y agricultura.
Aunque lo expresado no coincide con la realidad ya que Argentina tiene niveles de pobreza alarmantes, en ciertas provincias como Norte de nuestro país, Chaco, Formosa y parte de Corrientes hay más pobreza que en el continente africano.
Mientras desde el gobierno nacional hablan de haber bajado considerablemente los índices de pobreza, las estadísticas y los sucesos (casos de muertes por desnutrición) muestran que no bajó, sino que por el contrario, subió en el último año.
Estas razones de negación llevan al descrédito de la Argentina como país y a la decepción de muchos de los que vivimos en él.
Nuestro país se encuentra dividido por un lado por las diferencias políticas y por otro por las diferencias sociales que día a día son más visibles en un país donde los que no tienen nada son absolutamente excluidos del sistema laboral, educacional, habitacional y de salud.
REFLEXION Existiría entonces una razón interesante para que todos los dirigentes políticos, sin distinción aunaran esfuerzos dejando sus orgullos de lado y actuaran para poder solucionar este flagelo que castiga a buena parte de la población, en un país que tiene potencialmente todos los elementos para exterminar la pobreza y que por la ineficacia del poder político hace que deban soportar males que en el mundo moderno tendrían que ser dejados de lado.
REFLEXION

Sólo con una fuerte política de Estado puede llevar al progreso gradual de la situación social y mejorar las condiciones de vida de las personas procurando atender las causas y no los hechos consumados.
De esta manera con el aporte de todos sin banderías políticas la Argentina podrá volver a recuperar la excelencia que supo tener en una época, y evitar que se siga cayendo en el desgaste y deterioro de las últimas décadas.













viernes, 12 de agosto de 2011

Leyenda de la creación del caballo EL ANIMAL PREFERIDO DE DIOS




Dios recorría el mundo después de la creación cuando al pasar por el desierto escuchó los gritos y el llanto de un beduino.
Al preguntarle porque lloraba, el árabe le respondió:
Vi las riquezas que los otros pueblos ganaron y para mí solo me diste arenas.
Dios percibió que no había sido justo en la distribución de los bienes de la tierra, y le dijo:
No llores más, te voy a compensar dándote un regalo que no le di a ningún pueblo. Y tomando con la mano derecha al viento del sur que pasaba, dijo:
¡Plásmate, viento del sur! Voy a hacer de ti una nueva criatura.
Serás mi regalo y el símbolo de amor a mi pueblo.
Para que seas único y que nunca te confundan con las bestias, tendrás:
La mirada del águila, el coraje del león y la velocidad de la pantera.
Del elefante te doy la memoria, del tigre la fuerza, de la gacela la elegancia.
Tus cascos tendrán la dureza de la sílice y tu pelo la suavidad del plumaje de la paloma.
Saltarás más que el gamo, y tendrás del lobo el faro. Serán tuyos los ojos del leopardo por la noche, y te orientarás como el halcón, que siempre vuelve a su origen. Serás incansable como el camello, y tendrás del perro el amor a su dueño.

Y finalmente, caballo, como un regalo mío al hacerte caballo y hacerte árabe, te doy para que seas único:
La belleza de la Reina y la majestad del Rey.